En este noveno año la Red de Manejo de Plagas (REM) de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) revela datos que abarcan aproximadamente 1,8 millón de hectáreas, con más de 410 respuestas representativas de cada nodo de la institución. La participación activa de 40 regionales y de 10 chacras permite tener una amplia cobertura territorial, que brinda una visión integral del manejo de plagas en los diferentes sistemas productivos en todo el país.
El informe permite realizar diferentes análisis de los cultivos de gruesa (soja, maíz y girasol) de la campaña 23/24, abarcando temáticas claves como: biotecnologías utilizadas en semillas, implementación de refugio en soja y maíz, manejo de malezas, insectos y enfermedades. Además, se relevaron los costos de los tratamientos y uso de productos biológicos.
En esta edición se incorporó el apartado de impacto ambiental, que incluye referencias a indicadores utilizados como disposición final de envases fitosanitarios, uso de implementos de seguridad, entre otras.
Entre los hallazgos destacados, se incluye la identificación de las principales malezas que afectan los cultivos y el análisis de las prácticas de manejo más comunes adoptadas por los productores. Este enfoque integral no solo busca entender la situación actual, sino también orientar futuras decisiones en el ámbito agrícola, promoviendo una producción más sostenible y eficiente.
El trabajo presentado por Aapresid funciona como una suerte de “censo” nacional en el que se logra contar con información de unas 1,8 millón de hectáreas productivas de todas las áreas agrícolas del país, y en el que se analiza al detalle el uso de biotecnologías, insumos biológicos, estrategias de manejo y costos asociados, para los cultivos de soja, maíz y girasol.
Según una publicación de Infocampo.com.ar, en esta ocasión, Aapresid compartió algunos de los datos principales que arrojó el relevamiento de la cosecha 2023/24, oportunidad en la que, por primera vez, la encuesta incluyó un apartado sobre variables de impacto ambiental.
En lo referente a las fallas en el control de plagas, uno de los datos más importantes revelados por la encuesta estuvo en el apartado vinculado al uso de biotecnologías en las semillas.
Según el informe, en maíz, la tecnología CRY fue adoptada en un promedio del 50% en la mayoría de las regiones, con excepción de NEA (22,5%) y del litoral (37,6%), donde la adopción fue notablemente menor.
La tecnología VIP, en cambio, mostró una adopción más alta, con el NEA liderando con un 81,7% y otras zonas, como el litoral, nodo oeste y nodo sur, alcanzando el 60%.
En el caso de soja, la biotecnología Intacta alcanzó un 77,3% en el NEA y 75% en el NOA, mientras que en otras áreas la adopción fue más moderada. Por otro lado, la adopción de la tecnología Conkesta se mantuvo baja en todas las regiones, sin superar el 12%.
Pero lo más relevante es que el 46% de los encuestados notó presencia y/o daño por lepidópteros en maíces Bt con tecnología Cry, y el 44% con tecnología Vip.
En tanto, estos valores no solo escalaron al 69% en las sojas Bt, sino que, en el caso de la tecnología Intacta, el 78% de los encuestados tuvo que aplicar insecticidas para controlar lepidópteros.
Cabe recordar que las tecnologías Bt son precisamente las que suponen cierta inmunidad de los cultivos ante los ataques de estos insectos.
Fallas
Aunque Aapresid no ahonda en explicaciones y solo menciona los datos, estos podrían sugerir que están ocurriendo fallas por casos de resistencia o también porque no se están cuidando estas biotecnologías como corresponde; por ejemplo, haciendo los “refugios” necesarios para evitar cruzas entre insectos susceptibles y los que no.
También podría tomarse como una advertencia de la necesidad de renovación de la genética, algo que fundamentalmente en el caso de la soja viene atrasado por la menor inversión que llevaron adelante muchas compañías en los últimos años, a raíz de la falta de una Ley de Semillas actualizada que proteja la propiedad intelectual.
En cuanto a las malezas, que siguen siendo un desafío significativo, Aapresid advirtió que el 11,8% de los productores reportó haber tenido problemas de fitotoxicidad, principalmente debido a los herbicidas hormonales (51,5%), inhibidores de la ALS (24,2%) y de la PPO (19,7%).